DECLARACIÓN PÚBLICA
Santiago, lunes 9 de Marzo de 2015.- La publicación del nuevo Reglamento de la Ley de Caza, que amplía la cacería a varias especies, incluidos los ahí denominados perros salvajes, bravíos o asilvestrados (que no constituyen en sí una especie), ha generado una fuerte controversia que involucra diferentes sectores. Se ha acusado al gobierno de incoherente e ignorante, se ha insinuado la influencia del poder económico, y también se ha ironizado con la ‘sensiblería’ y ‘fanatismo’ atribuidos al movimiento animalista. Sin embargo, en este contexto de posiciones enfrentadas, hasta ahora no hemos visto una discusión de fondo ni datos que entreguen una evidencia científica consistente que avale la medida gubernamental. Lo anterior, considerando que hasta la fecha la autoridad no ha presentado ningún dato científico que:
1. Cuantifique el problema y responda si hay perros asilvestrados en Chile, indicando dónde están y/o cuántos son.
2. Demuestre que la mortalidad de ganado, o de fauna silvestre, es provocada por ataques de perros asilvestrados, excluyendo la posibilidad de que los ataques provengan de perros con dueño, o abandonados por sus dueños en zonas rurales.
3. Permita diferenciar externamente un perro con dueño (o abandonado) de un perro asilvestrado.
Es importante precisar que:
1. Los perros asilvestrados son aquellos que no dependen de los humanos para su alimentación.
2. De acuerdo a nuestro conocimiento, basado en publicaciones científicas, no hay evidencias ciertas de mortalidad de fauna silvestre y ganado asociada exclusivamente a perros asilvestrados en Chile.
3. Fenotípicamente, los perros asilvestrados y domésticos son iguales y sólo podrían diferenciarse fehacientemente por su dieta. Esto no es algo que pueda evaluar un “cazador”.